Reflexión final sobre la asignatura

A lo largo de la asignatura, aparte de que se me ha pasado demasiado rápido, me he sentido como un pez en el agua. Disfruté bastante volver a trabajar en el ámbito artístico después de la asignatura que tuve el primer año y de música del año pasado, poque eso me hace pensar que aún me sigo formando artísticamente a pesar de no estar en una carrera de Bellas Artes.
Lo que más me ha gustado de esta asignatura es que descubrí y aprendí mucho sobre fotografía, una disciplina de la cual no sabía nada como dije anteriormente y que tampoco tuve oportunidad de que me la enseñaran hasta ahora. Para mí fue un reto que me construyó mucho tanto en lo personal e intelectual como en lo artístico. Gracias a todo lo que hemos trabajado en clase y las enseñanzas que me han dado, ahora todas las fotos que hago las pienso, las calculo y las meticulo con más detenimiento, y he notado una mejora impresionante e incluso las disfruto más.
Otro aspecto que también me gustó bastante es que a medida que trabajábamos creábamos buenos momentos y recuerdos, ya sea con la gente de la clase, que afortunadamente me reecontré con una amiga muy especial y con otros compañeros y compañeras de clase que coincidí de otros años, con los profesores, que fueron unas personas indispensables para mi avance, como con los propios trabajos, que, aunque está el resultado material como el catálogo, la página web y los proyectos, guardaré con mucho cariño el momento, el proceso y los objetos como tal, obviamente. Este sentimiento lo experimenté muy pocas veces en la educación, donde muchas veces los proyectos que hice no calaron para mí más allá de que tenía que hacerlo para aprobar y lo peor de todo es que en el futuro no me aportaron ninguna ayuda u apoyo interesante. Sin embargo, en esta asignatura, además del afecto y del deseo de atesorarlos, me hace que tenga ganas de enseñarlo al mundo porque creo que son obras de calidad y apoyarme en ellos para mi trayectoria artística.
Las prácticas en sí también me ayudaron bastante, además de encontrarlas muy entretenidas y en cierta manera muy relajantes, hicieron que descrubiera nuevas técnicas y artistas y que de forma inconsciente difundiera todo lo que he aprendido ya que muchas veces he enseñado mis trabajos a mis seres queridos para que me den su retroalimentación y yo, de paso, les cuento cómo lo hice, el por qué... estos momentos los siento muy gratificantes porque aprenden ambos bandos e incluso cumplo mi propósito como futura docente.
Otro aspecto que quiero tocar y que puede llegar a ser controversial es que de primeras me sorprendí bastante cuando la asignatura se iba a centrar en fotografía. He de confesar que de primeras no me convenció la idea y me hubiese gustado abarcar más disciplinas artísticas, pero después de la experiencia sentí que no era para nada una mala idea focalizarme en la fotografía porque es una especialidad que se ha abarcado muy poco en primaria e incluso en estudios artísticos. Esto me hace pensar que es necesario concienciar a la gente acerca de la educación artística multidisciplinar. Aparte, hoy en día se hace muchísimas fotos gracias a las nuevas tecnologías, a lo que yo me pregunto que por qué no se enseña fotografía si estamos constantemente haciendo fotos, así que ni tan mal que haya una asignatura de fotografía.
Tocando el tema de la educación, sí creo que todo lo que hemos hecho en la clase se puede transportar a las clases de educación primaria. Puede que tengan la limitación de que algunos son demasiado pequeños como para tener un móvil y que tristemente muchos colegios no tienen materiales, pero sería una auténtica lástima no poner en práctica lo que hicimos en clase, si funcionó con nosotros y nosotras ¿por qué no con el estudiantado de primaria? con mucha creatividad y contactos se puede hacer perfectamente. 
En conclusión, me siento afortunada de haber escogido esta mención. Me he sentido muy a gusto, el ambiente fue muy agradable, productivo y ojalá más personas se apunten a estas clases.